Tanto Colombia como Argentina no pudieron organizar en conjunto la presente edición, pero el fútbol los reúne entre los cuatro mejores del certamen que finalmente albergó Brasil sobre la hora, en el marco de la pandemia. 

En caso de empate en tiempo reglamentario, la serie se definirá directamente con tiros desde el punto penal. El ganador clasificará a la final que se disputará el próximo sábado 10 de julio en el Maracaná de Río de Janeiro, mientras que el perdedor competirá por el tercer puesto un día antes en la capital brasileña.

A 28 años del último título con la Mayor (en Ecuador 1993), Argentina -que lleva 18 partidos sin perder- procurará dar el “golpe” en Brasil, tal como afirmó Messi, capitán y líder indiscutido de un equipo que ofrece otros puntos altos, como la seguridad del arquero Emiliano Martínez (quien encendió alarmas por una molestia muscular pero será de la partida), el temperamento de Rodrigo De Paul y el desgaste de Lautaro Martínez, que además pudo reencontrarse con el gol para afirmarse como el artillero del ciclo de Lionel Scaloni con 13 tantos.

El conjunto nacional viene de golear 3-0 a Ecuador y el seleccionador aún no confirmó el once titular. Por caso, está en duda el defensor Cristian Romero, por la distensión en la rodilla derecha que lo marginó frente a Ecuador y, en caso de regresar, reemplazaría a Germán Pezzella o a Nicolás Otamendi.

Y mientras Marcos Acuña corre con ventaja sobre Nicolás Tagliafico para continuar en el lateral izquierdo, Scaloni deberá decidir si mantiene en el mediocampo a Leandro Paredes o si coloca a Guido Rodríguez. Asimismo, Angel Di María hizo méritos para ser titular y podría tomar el lugar de Nicolás González, quien estuvo algo errático en la definición y arrastra el cansancio por una temporada marcada por las lesiones.

Más allá de los nombres, el DT intentará corregir la tendencia negativa que se da en los segundos tiempos de la Selección, cuando el equipo pierde la posesión con fallas defensivas tanto en retroceso como en ocupación de espacios.

De su lado, Colombia regresó a una semifinal luego de cinco años, tras eliminar a Uruguay por penales. El seleccionado cafetero atraviesa una nueva etapa bajo la conducción de Reinaldo Rueda, que en apenas siete partidos encarrilló un equipo que venía golpeado por la gestión del portugués Carlos Queiroz.

Sin Radamel Falcao ni James Rodríguez, máximos referentes durante el ciclo de José Pekerman, Colombia anhela jugar la final veinte años después de su primer y único título como anfitrión. Para ello recuperó a un jugador clave como Juan Guillermo Cuadrado, quien cumplió la fecha de suspensión, pero perdió por lesión al volante Mateus Uribe, que tampoco jugó contra la Celeste.

En conferencia de prensa, Rueda advirtió que su equipo “siempre va a buscar ser protagonista”. “Argentina tiene mucha capacidad, los respetamos y los admiramos, pero queremos salir a buscar el partido. Argentina es muy compacta y muy madura, tienen mucha calidad en sus jugadores y muchas bondades. Debemos ser inteligentes y ser aplicados para poder vencerlos. Esta semifinal era algo que necesitábamos. El grupo ha realizado un gran esfuerzo, es un desafío y tenemos la ilusión de llegar a la final”, dijo.

Sobre el astro rosarino, el jugador que más veces vistió la albiceleste con 148 presencias, el entrenador de Colombia declaró: “Todos conocemos la genialidad de Messi. El orden y una gran concentración serán fundamentales para pararlo. Es importante el escalonamiento para parar a Argentina. El objetivo es que nuestros jugadores tengan confianza para poder terminar las jugadas, deben ser eficaces”, concluyó Rueda.