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DXT Obera Team / octubre 25, 2020

Se trata de Rodrigo Ramírez, quien ya se encuentra en Buenos Aires para sumarse a Arsenal de Sarandí.  Conocé la historia del joven volante central que escala hacia la Liga Profesional.

Rodrigo tiene 20 años y aunque es oriundo de Merlo en la provincia de Buenos Aires. En esas vueltas que da la vida a los 6 años se mudó con su familia a Oberá. En las próximas horas firmará con Arsenal de Sarandí y estará bajo las órdenes del técnico Sergio Rondina.  Este viernes llegó Buenos Aires y durante el sábado recorrió las instalaciones de El Viaducto donde formará parte del plantel profesional.

Aquellos años en la cantera de Olimpia/San Antonio de Oberá

El jugador, categoría 2000, se formó hasta los 12 años en la Escuela de Fútbol San Antonio de Oberá, luego a los 13 pasó a Crucero del Norte donde se destacó y fue capitán en seis categorías de AFA, hasta que en diciembre del 2018 debutó en Primera División en el partido ante Altos Hornos Sapla que se disputó en Palpala (Jujuy)  y además tuvo buenas actuaciones en el último Federal A. Por esa razón, en caso de una futura venta, el club de Garupá será el que reciba el 30% de lo acordado.  Rodrigo es volante central y gracias a gestiones del presidente de Crucero tendrá la oportunidad de competir en la elite del fútbol argentino. “Estoy muy agradecido con la dirigencia de Arsenal de Sarandí por darme esta oportunidad y a Crucero del Norte por formarme como jugador y como persona”, expresó.

Estoy muy feliz, es una oportunidad única y creo que si uno trabaja y hace las cosas bien, tarde o temprano tiene sus recompensas. Pero esto no fue un logro mío solamente, sino que siempre estuvieron conmigo en este camino mi familia y mis amigos, así como toda la gente que me apoyó, sin ellos esto no podría ser posible”, afirmó.

“Mi familia es mi sostén. Lo poquito que soy como persona y como jugador de fútbol lo conseguí gracias a ellos”

Como anécdota sobre ese camino recorrido, recordó “cuando me tocó subir al plantel profesional de Crucero, yo no tenía como para comprarme un botín, y en ese entonces aparecieron el capitán Franco Cabrera y el subcapitán Daniel Pérez, y entre ellos juntaron plata entre todo el plantel y a mí y a un compañero nos regalaron un botín. Es una anécdota que la guardo siempre conmigo.  También agradezco al “Gato” (Pablo) Motta que es una persona que siempre quiso lo mejor para los chicos y trató de perfeccionarnos todos los días”.

“Mi familia es mi sostén”

Fue un largo camino, pero hoy, a punto de cumplir su sueño (ese sueño que todos los futbolistas persiguen y que solo algunos alcanzan), simplemente destaca nuevamente a su sostén: su familia. “Mi familia es mi sostén. Lo poquito que soy como persona y como jugador de fútbol lo conseguí gracias a ellos, porque muchas veces la pasamos mal, muchas veces en casa vivíamos con lo justo, pero mi viejo me mostró que es una persona que por sus hijos da la vida y mi vieja es una guerrera que día a día lucha para que a sus hijos no les falte nada. Mi mamá es lo más grande que tengo y mi viejo es un ejemplo de que todo en la vida se puede, con perseverancia, con constancia y con tranquilidad. Y mi hermano, que está estudiando para ser una mejor persona en un futuro y también es un ejemplo”.

 






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